Soy filósofa de mi propia existencia, es decir, poetisa
Soy filósofa de mi propia existencia, es decir, poetisa

En la Luna de Teotihuacan

Mayo de 2019, Santander (España):

Era noche. Caminaba rumbo a casa después de meditación. Le vi bajo el último árbol de la calle Burgos, antes de la plaza de Numancia: el gigante zorro rojo marchándose en dirección contraria a la mía con alguien subido a sus lomos. La oscuridad del jardín oscilaba en mí suavemente. La vida bullía en silencio. Al cruzar a la otra acera, cuatro búhos bebés me aguardaban ante mis pies como a la madre. Les brillaban los ojos por la nocturnidad, demasiada llama. Levanté la vista al cielo y decenas de luces danzaban dibujando cuadrados negros, todas al compás. Por fin sentí el miedo, me entregué por completo. La verdad desvelada: había llegado el final.


Diciembre de 2019, Teotihuacan (México):

Había llegado el principio: los anillos de luz orbitaban alrededor de tus pupilas trazando ciclos perfectos. Los anillos de plata se doraban dentro de nuestras manos apiladas. Mientras desnudábamos las órbitas de barro, tu mirada se fundía con la mía: —Quítate las gafas—. Te cegaste para enseñarme los ojos de ave. Te besé para revelarte el secreto que el silencio guarda. Abrí mi palma y resquicios de la noche se esfumaron en los celestes topacios. Sentados en la pirámide íntima, la Luna lanzó su escalera negra y nos hicimos testigos de nuestro vínculo. Escalamos, celebramos el funeral de nuestras crines y firmamos en un nopal. Era nuestro día.

Búho Akbal & Arim Atzin